Ahuyenta los Nervios en las Entrevistas de Trabajo. Parte 1
Las entrevistas son la llave que encaja en la cerradura que abre la puerta del empleo. Son la valla previa que hay que superar para llegar a la meta. Y suelen ser pruebas que nos bloquean e impiden dar lo mejor de nosotros mismos.
¿Cuantas veces has salido de una entrevista con mal sabor de boca?¿Cuantas cosas se han quedado en el tintero y debían haber sido expuestas? ¿Por que no dije esto,... por que no comenté aquello...? Suelen ser frases que golpean la cabeza una vez que se analiza en frío y a "toro pasado" una entrevista realizada. Bien pues para ello suelen haber métodos, y sobre todo psicología interna que permite afrontar con más tranquilidad las entrevistas de trabajo. Debemos ser conscientes que una entrevista es una prueba más, un examen de los que tantos hemos realizado y superado. No se puede ser hipócrita y menos en los tiempos en que vivimos que los trabajos son casi una especie en extinción y que una llamada para una entrevista de trabajo ilusiona y acelera el pulso. Debemos ser capaces de tomarlo con la mayor cautela posible. /Nos han llamado/ nos han citado/ somos conscientes de que como nosotros habrá x numero de aspirantes/ Y vamos a dar todo lo posible para conseguir ese puesto/
Hay que dejar a un lado las ilusiones o visionarnos inmediatamente después de la llamada sentados en la silla del puesto del trabajo. Esto no quiere decir que seamos negativos y que no veamos la posibilidad de conseguir ese puesto. Todo lo contrario, es una manera de encauzar la prueba con mayor serenidad, cautela y profesionalidad, ya que sin realizar la entrevista pensamos que ese puesto será nuestro, nos impedirá trabajarnos el periodo pre- entrevista más a fondo. Es aconsejable hacer un examen interior propio donde valoremos nuestros logros y contabilicemos las cosas positivas que somos capaces de ofrecer a la empresa que se ha puesto en contacto con nosotros. Una vez realizada la lista (mental o escrita) de nuestros aspectos positivos, debemos hacer lo mismo con nuestros aspectos negativos, y bien intentar paliarlos en todo lo posible, o ser conscientes de que tal vez en eso podamos fallar pero sin darle una importancia máxima. Caer en el pesimismo no nos ayudará en nada, nos pondrá más nerviosos y nuestra entrevista tendrá peor resultado.
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