La Comunciación que nos Incomunica.
Foto de internet. Sin identidad |
Resulta que ayer cogí los bártulos y me presente en una piscina pública a disfrutar del sol, y del baño (algo bueno debe tener estar parado) y mientras me achicharraba y barnizaba mi piel con cremas protectoras me percate que eran muchos los niños que bajo la sombra y arrimados a sus madres no movían un musculo, bueno si, los dedos. Atrapados por las "maquinitas" eran incapaces de bañarse, de moverse, petrificados gesticulaban con la cara según fuese saliendo el resultado del juego de moda. Que diferencia, yo apenas paraba, de un lado a otro de la piscina, siempre quemado por el sol, junto al bordillo tirándome de mil formas y retando a mis amigos o primos, un balón de propaganda servia para ensayar las mejores jugadas de los "craks" del momento, los manguitos eran como esposas que te quemaban la piel y que solo querías desprenderte de ellas, tatuados en calcomanias desesperabas a tus padres que entre gritos y amenazas te obligaban a comerte el bocadillo de choped para merendar, lo cual te restaba media hora de juegos y baño, treinta minutos eternos. Y ahora, lo estático, un niño pegado a una pantalla moviendo los dedos con una agilidad sobrehumana, ¿Donde esta el balón? ¿donde están las pistolas de agua? ¿los globos pequeños de mil colores? ¿los aguadillos?...
Tambien quisiera mencionar a unos un tanto más mayores, los que empiezan o están a las puertas de la veintena, que andaban por allí y ahogan su tiempo sumergidos en los móviles de ultima generación, que se mandaban las palabras por whasap estando al lado. O repetían una y otra vez la foto perfecta para subirla a la red social y se olvidaban de disfrutar el momento, de disfrutar un verano junto a tus amigos de siempre que no volverá. ¿Es que no saben lo que es jugar a las cartas con las chicas en la piscina? ¿Es que no saben lo que es forcejear tontamente a modo de cortejo cuando el sol aprieta? Muchos me llamarán hortera, y quizás lo sea, no lo niego, pero es que me entristeció ver como la verdadera comunicación se pierde, como el contacto humano, los juegos de siempre, la imaginación, se difuminan poco a poco. Tal vez, y como he empezado diciendo, sea de otra generación...
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