A Primera Vista
Hay un momento en la vida que siempre se guarda en el recuerdo, como el primer beso, el aprobado del carnet de conducir, o la graduación en la universidad. Ese instante es mágico, es una explosión de belleza visual que inunda tu ser y te recorre por entero, no dejas de mirar una y otra vez, sin casi comprender lo que ves pero con aprecio y veneración, como si de otra galaxia se tratase no alcanzas a entender todo ese infinito azul que se funde con la cúpula celestial. La primera vez que ves el mar, es como tachar un renglón en la lista de "cosas por hacer en la vida" y produce una grata satisfacción. Hay algunos que tienen la suerte de llegar a él tan niños que apenan recuerdan ese mágico momento, yo sin embargo lo vi por primera vez alrededor de la década de edad y lo recuerdo con una profunda sonrisa y los ojos como platos. Provenir de la Mancha más profunda hace aún más satisfactorio conocer el inmenso azul, recuerdo los primeros pasos por el paseo marítimo, descalzarme al llegar a la arena y correr como el que corre cuando ve a un antiguo amigo, directo al agua, me detuve en la orilla y observe su imponente fuerza, su majestuosidad cautivadora, y me deje envolver por ese instante.
En ocasiones el ser humano, cuando hace algo repetidas veces termina por no valorar sus acciones, sus experiencias, ver el mar, sin duda, puede ser uno de los mejores instantes de la vida, pero no ver el mar como una acumulación de sombrillas y bañistas, sino observar su eterno poder, ser conscientes de que fue senda de grandes proezas, camino de descubridores y guerreros, escenario de leyendas y profecías, cuna de dioses antiguos...
En ocasiones el ser humano, cuando hace algo repetidas veces termina por no valorar sus acciones, sus experiencias, ver el mar, sin duda, puede ser uno de los mejores instantes de la vida, pero no ver el mar como una acumulación de sombrillas y bañistas, sino observar su eterno poder, ser conscientes de que fue senda de grandes proezas, camino de descubridores y guerreros, escenario de leyendas y profecías, cuna de dioses antiguos...
"(...)el mar es una alianza o un sarcófago
del infinito trae mensajes ilegibles
y estampas ignoradas del abismo
trasmite a veces una turbadora
tensa y elemental melancolía
el mar no se avergüenza de sus náufragos
carece totalmente de conciencia
y sin embargo atrae tienta llama
lame los territorios del suicida
y cuenta historias de final oscuro
¿qué es en definitiva el mar?
¿Por qué fascina? ¿por qué tienta?
es menos que un azar / una zozobra /
un argumento contra dios / seduce
por ser tan extranjero y tan nosotros
tan hecho a la medida
de nuestra sinrazón y nuestro olvido
es probable que nunca haya respuesta
pero igual seguiremos preguntando
¿qué es por ventura el mar?
¿por qué fascina el mar? ¿qué significa
ese enigma que queda
más acá y más allá del horizonte?"
del infinito trae mensajes ilegibles
y estampas ignoradas del abismo
trasmite a veces una turbadora
tensa y elemental melancolía
el mar no se avergüenza de sus náufragos
carece totalmente de conciencia
y sin embargo atrae tienta llama
lame los territorios del suicida
y cuenta historias de final oscuro
¿qué es en definitiva el mar?
¿Por qué fascina? ¿por qué tienta?
es menos que un azar / una zozobra /
un argumento contra dios / seduce
por ser tan extranjero y tan nosotros
tan hecho a la medida
de nuestra sinrazón y nuestro olvido
es probable que nunca haya respuesta
pero igual seguiremos preguntando
¿qué es por ventura el mar?
¿por qué fascina el mar? ¿qué significa
ese enigma que queda
más acá y más allá del horizonte?"
Mario Benedetti
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