"Cien Años de Eternidad"
Hacía un frío cortante propio del profundo invierno español en el centro del país. Andaba por Madrid, solo, tenía una cita para una entrevista de trabajo. Y como había hecho otras veces salí a primera hora de la mañana en un tren hacía la gran ciudad, probando suerte, tirando los dados del destino. Aquella parte de la capital española aún no la conocía, a pesar de ser un barrio popular nunca había andado por Plaza Castilla y Chamartín. Las cuatro torres modernas que cortaban el cielo plomizo se me encaraban mientras subía las escaleras mecánicas dando largas a un vendedor que me arremetía con su producto y su pesada labia. La corbata ya iba suelta, el sudor frío me pellizcaba la espalda, pues mi cometido se había acabado hacía más o menos una hora y regresaba a la estación de Chamartin para coger un tren de vuelta hacía mi adoraba Mancha. Tome un café solo y en soledad, la estación estaba repleta de cámaras de televisión, pues el día anterior había ocurri...